Los guerreros en el naufragio de Jorge Pinzón. Parte II

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La bendición del naufragio, el alivio del que es arrojado fortuitamente a una isla, lejos de países que no le construyen ni le provocan nada.

La bendición del náufrago, es la serie de pinturas multiformes de gran tamaño, de continentes atravesados, que surgió de la investigación del artista plástico Jorge Pinzón Casasbuenas, en su preguntas sobre una inmigración cultural termino transfigurándose en una fuga no solo de la tierra, sino del propio ser.

“Encontré una gran porosidad social derivada de una gran carga de patriarcalismo, sexismo y falocentrismo.”

Explica el colombiano radicado en Oaxaca, y asegura, que lo siguiente fue establecer una relación con la violencia masculina, pregunta que se le reveló como un sustrato que no se releva del todo.

Cinco mil años de historia de la humanidad con la violencia como lenguaje, lenguaje de la pobreza, lenguaje de la impotencia. “Cuando naces no sabes que es ser hombre, lo aprendes con el tiempo.”

La construcción de la aguas fundamentalistas del androcentrismo y la certeza de que la violencia es preferentemente masculina, Pinzón se topó con las imágenes de los guerreros de Terracota del primer emperador chino.

El artista consultó los trabajaos que el psicólogo fundacional Carl Jung realizó, sobre los tipos de masculinidad y los mitos de hacerse hombre, y se percató de que no existe realmente un momento en nuestra sociedad, donde puede determinar en qué momento un hombre se hace realmente hombre.

“Las imágenes vinieron de esa alienación, de querer ser hombre, de la maternidad y la paternidad productos de una construcción.”

“Las imágenes de los guerreros de Terracota del primer emperador chino. Estatuas que se hicieron en serie con informes y rangos, con un armado en el que privaba un componente estático obediente.”

“Imponentes por fuera pero vacíos por dentro.”

Pinzón asegura, que los guerreros enjutos y de ojo rasgado le parecieron un equivalente a cómo funciona el conjunto masculino, que le lleva a malograr ese camino mítico personal del hombre que no se realiza, que no se descubre.

“Hay un montón de disfraces de masculinidad que heredas y con los que te quedas toda la vida.”

Jorge afirma que, no fue fácil encontrar la traducción a su investigación pero que el disfraz de ser hombre se acrecienta con la exageración del paisaje occidental, en la que el hombre siempre domina la naturaleza.

“En oriente es el paisaje el que domina al individuo, el cual a veces ya no sabes dónde está.”

Su origen de arquitecto lo llevó a una construcción de imágenes, que devino en transfiguración de tiempos e identidades, ejemplificados en los agaves de códices esquematizados casi hasta el punto del esténcil, que rodean a un guerrero terracota de furioso desencanto que parece próximo a la contracción.

Actualmente el colombiano está trabajando sobre un nueva serie a la que no le ha puesto el título porque está más ocupado pintando.

Pinzón explica que, la decisión que te ofrece edulcorarte desde el pensamiento falocéntrico, a la larga nos inhibe, nos aísla de todo y de los demás. Endureciéndote por simbiosis.

La nueva serie se significa por el uso de un atavío más occidental, extraído de magazines de catálogos de vestimenta masculina del siglo diecinueve.

Dandis en la punta de la pirámide socioeconómica, que con su bigote acicalado y su elegancia de postín eran encaminados a ajustar el concepto de masculinidad.

“La idea del estatus era ya operativa, vístete así y tendrás esto.” Considera el teórico artistas y habla del acompañante visual que le vino a la perfección , el comelón del Pacman que marcó los videojuegos de los ochentas, que llego a significar la idea colectiva de que el mundo realmente se representaba en ocho bits,

Explicando el orden del cosmos, con la punta de la tecnología, descendiendo en un laberinto con rumbo al game over irremediable.

“Creemos que estamos en el centro del mundo, pero ya estamos muy lejos de eso.”

Explica Jorge Pinzón, cierto de que esa visión cultural “fantochera” del ser hombre malogra lo que pueda ser el mejor paisaje de su vida.