Un campesino zapoteco de Santa María Lachichina denunció ante personal de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca que agentes estatales de investigación lo detuvieron desde hace un año por un delito que asegura no cometió, y ahora pide que le reparen los daños por encarcelamiento indebido.
La Defensoría confirmó que el campesino Daniel López Flores salió de la cárcel luego de pasar un año encerrado por los supuestos delitos de asalto, lesiones y robo, de los cuales fue acusado sin pruebas por una persona de su comunidad, amigo de un avecindado con el cual tuvo disputas cuando le reclamó no cumplir tequios y otras obligaciones comunitarias.
La Defensoría intervino en el caso para acelerar el proceso de liberación del campesino, pues el expediente del supuesto asalto estuvo seis meses detenido en el Ministerio Público de Talea de Castro, Villa Alta, sin que el campesino pudiera conocer su contenido, además de que nadie se lo tradujo, pues él no habla español.
La Defensoría, recurriendo al Juzgado Mixto de Primera Instancia, logró que el expediente de López Flores quedara cerrado por auto de libertad que se le dictó al campesino, a causa de las irregularidades en la integración de la averiguación previa, que no arrojó pruebas contra el inculpado.
Entrevistado en las oficinas de la Defensoría, a donde acudió a pedir apoyo para que la autoridad sancione a quienes lo inculparon sin pruebas, el campesino López Flores narró que un comerciante de café, amigo del agente del MP de Villa Alta, lo acusó de haber contratado a un par de vecinos de Lagallo y Lachatao (poblaciones cercanas) para asaltar a un avecindado de Lachichina.
Precisó el entrevistado que el 15 de enero de 2014, mientras estaba trabajando en su población de origen, agentes judiciales lo detuvieron para trasladarlo a la comunidad de Ixtlán, en donde lo encerraron.
El campesino, liberado de prisión hace dos días, argumentó que en el momento de su detención los judiciales comenzaron a exigirle que entregara la pistola o la escopeta con que, le aseguraron, había intentado matar a una persona.
El campesino añadió que le exigían informar del paradero de las otras dos personas con las que supuestamente había cometido el hecho, momento en el que el interrogado supo que, además de él, habían otros inculpados, a quienes negó conocer.
Expresó que los agentes le aseguraron que su detención se debía a que estaba acusado de intento de homicidio, cuando en realidad la acusación en contra de López Flores fue por asalto, lesiones y robo.
“Los agentes me decían: sabemos que tú participaste, tú planeaste todo, tú fuiste quien le disparó a esta persona”, narró el campesino en zapoteco ante el traductor de la Defensoría.
El entrevistado expuso que al manifestarles a los policías que él no tenía conocimiento de los hechos ni había cometido delitos, los agentes le pidieron dinero, a lo que el campesino no accedió.
López Flores comentó que sólo conoce de vista a la persona que lo acusó y que nunca ha tenido una conversación con su acusador, ni ha visto a la parte supuestamente ofendida desde que fue encarcelado.
Detalló que en noviembre de 2014 un vecino de su comunidad le confió que el agente del Ministerio Público de Talea de Castro había revelado la existencia de una averiguación previa en contra de López Flores.
Luego de conocer esta información por parte de su paisano, y no por notificación jurídica, López Flores narró que, como él no había hecho nada, no se preocupó ni trató de exculparse, porque además carecía de medios para contratar un abogado. Simplemente le comentó el rumor a su madre, quien en ese entonces aún vivía.
Sin embargo, agentes de policía lo detuvieron y presentaron ante el juez quinto de lo penal, quien le tomó su declaración preparatoria sin asignarle un traductor, pues López Flores sólo habla zapoteco, por lo cual no pudo entender lo que le decían en el juzgado en español.
López Flores atribuye que su detención a que en 2007 llego una persona a vivir a Lachichina y desde entonces tuvo discusiones con ese avecindado, quien nunca quiso cumplir con los tequios establecidos en esa comunidad.
El campesino monolingüe, asistido por el traductor de la Defensoría, comentó que en una reunión realizada para definir qué hacer con esa persona, López Flores le insistió ante la asamblea en que debía cumplir con sus tequios y obligaciones comunitarias. El quejoso considera que por esa reclamación, el avecindado se puso de acuerdo con su acusador y con el agente del Ministerio Público para inculparlo falsamente.
López Flores añadió que al buscar apoyo legal para salir de la cárcel, dos abogados le pidieron dinero para defenderlo pero ninguno cumplió con lo convenido. Sólo cuando la Defensoría del Pueblo de Oaxaca demostró a los jueces las irregularidades del proceso en su contra, fue puesto en libertad, recalcó.
Ahora, el campesino privado de su libertad durante año pide al organismo defensor lo apoye para que la autoridad sancione a quienes lo enviaron a prisión, y que el estado le asigne una reparación por los daños y perjuicios que sufrió mientras estuvo interno en el Cereso de Ixcotel.
“El haber estado un año encerrado fue difícil porque nunca había estado privado de mi libertad y en realidad yo me había hecho a la idea de que ya no iba a salir libre, porque mis compañeros me comentaban que una vez que estás en la cárcel es difícil salir de ahí, que mejor me olvidara para siempre de mi familia porque ahí me iba a quedar para siempre”, relató.
“Me robaron la oportunidad de poder acompañar a mi madre en sus últimos días de vida, estuve en la cárcel por un delito que no cometí y ahora lo único que quiero es justicia”, subrayó el campesino.
Para concluir, el indígena liberado comentó que necesita urgentemente resarcir su economía, pues tiene una deuda de aproximadamente 70 mil pesos que empleó cuando trataba de obtener su libertad con litigantes privados.