La violencia en contra de los sacerdotes en México ha aumentado en un 400 por ciento en los dos primeros años del presente gobierno, pues con el asesinato del padre Francisco Javier Gutiérrez Díaz, de la Confraternidad de los Operarios del Reino de Cristo, ocurrido el pasado lunes 6 de abril, son ya diez los sacerdotes asesinados de forma violenta y dos se encuentran desaparecidos.
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame) indicó que de acuerdo con los datos del último reporte de homicidios contra clérigos del Centro Católico Multimedial (CCM), que dirige el padre Sergio Omar Sotelo Aguilar, la tendencia de atentados contra sacerdotes sigue al alza, al registrar un aumento de 120 por ciento tan sólo en los primeros cuatro meses del tercer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en comparación con todo el tercer año de la administración anterior.
El padre Omar Sotelo destacó que “sólo en los dos primeros años de gobierno diez sacerdotes perdieron la vida y dos están desaparecidos, y lo más preocupante es la manera muy violenta en la que han sido asesinados”.
Muestra de esta situación, señala Siame, es el caso del Padre Francisco Javier Gutiérrez Díaz, de 60 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado la noche del martes 7 de abril con impactos de bala en la cabeza, abandonado por sus agresores a la orilla de un camino cercano a los poblado de Ojo de Agua de Ballesteros y San Nicolás de la Condesa, en el municipio de Salvatierra, Guanajuato.
Siame advierte que en el balance general del CCM arroja que en los últimos 25 años han ocurrido 50 atentados contra miembros de la Iglesia católica, de los cuales 48 sacerdotes fueron asesinados arteramente y dos se encuentran en calidad de desaparecidos.
La lista de los Agentes Pastorales que han perdido la vida de 1990 a 2015, incluye un cardenal, 36 sacerdotes, un diacono, 4 religiosos, 5 laicos y una periodista católica.
“Ante estos hechos tan dolorosos, resumimos que la población en México vive serias dificultades de seguridad en distintas zonas geográficas del país. En particular los ataques contra religiosos en lo que va de la presente administración del presidente Peña Nieto, son una clara manifestación del incremento de este fenómeno que lastima a todo el país. La muerte de un mexicano, sea cual sea su función en el mundo, lastima a todos”, concluye el informe del Centro Católico Multimedial.
Cronologia del CCM:
2013
P. José Flores Preciado: asesinado el martes 5 de febrero. Los delincuentes arribaron al Templo Cristo Rey, en Colima, cerca de las 11 de la noche para perpetrar un asalto, pero se percataron de que el sacerdote se hallaba dormido en el lugar, por lo que fue sometido y golpeado; su muerte ocurrió en el hospital.
P. Ignacio Cortez Álvarez: asesinado el 22 de julio. La Procuraduría General de Justicia de Baja California, informó que el móvil fue robo con violencia. El padre era responsable de la parroquia María Auxiliadora en el municipio de Ensenada.
P. Hipólito Villalobos Lima (45 años) y P. Nicolás de la Cruz Martínez (31 años). Fueron encontrados muertos en la Parroquia de San Cristóbal, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, el 29 de noviembre. La diócesis de Tuxpan dice que la zona es controlada por cártel de Jalisco “Nueva Generación” y los Zetas.
P. Joel Román Salazar: de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero. Perdió la vida el 10 de diciembre, cuando su automóvil fue despeñado con premeditación, alevosía y ventaja.
2014
P. Rolando Martínez Lara: fue asesinado la madrugada del el 19 de febrero en el templo de Santa María de Guadalupe, Canalejas, Jilotepec, Estado de México; víctima de un robo en la parroquia.
P. José Ascensión Acuña Osorio (37 años): fue levantado y secuestrado el 21 de Septiembre y su cuerpo fue encontrado dos días después en el río Balsas, muy cerca del pueblo de Santa Cruz de Las Tinajas, en el municipio de San Miguel Totolapan (región de Tierra Caliente de Guerrero).
Misionero P. John Ssenyondo: de origen Ugandés, trabajaba en la Diócesis de Chilpancingo- Chilapa, Guerrero. Fue levantado y secuestrado en el poblado de Nejada, Guerrero, el 30 de abril, su cuerpo fue encontrado en una fosa común, en la comunidad de Cocula, Guerrero, el 28 de Octubre.
P. Gregorio López Gorostieta: Su cuerpo fue encontrado el 25 de diciembre con un impacto de bala en la cabeza. Personas armadas lo secuestraron el 22 de diciembre en el Seminario Mayor La Asunción, ubicado a las afuera de Ciudad Altamirano, en las faldas del cerro Chuperio; al no morir de forma inmediata por el disparo, fue asfixiado.