Integrantes del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), marcharon en la capital del estado para demandar justicia a cinco años de los asesinatos de Bety Cariño y Jiri Jakkola.
Omar Esparza, integrante de esta organización, admitió que la realidad de la región triqui “se sostiene por pinzas”, la justicia va muy lenta, a cinco años de la muerte de los activistas solo hay tres detenidos de las 14 órdenes de aprehensión que se giraron.
Reiteró que existe opacidad de parte de las autoridades encargadas de la aplicación de justicia, como también los pocos resultados con parte de los acuerdos políticos en las secretarias de gobierno.
Llamó a que las autoridades dejen de estar con las manos cruzadas, toda vez que en este caso hay más responsables, pues testigos identificaron a catorce personas.
Insistió que la situación en la región está “sostenida con pinzas… las comunidades de la región Triqui de Oaxaca están en la pobreza, el control por parte de los grupos se ejerce a trasvés de la violencia y actitudes autoritarias, puntualizó Omar Esparza.
“La violencia afecta a todos y si no se denuncia nos quedamos con esta violencia”, replicó.