Guerrero lidera desplazamiento forzado en el país

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Entre el 2011 y el 2014, por lo menos 121 episodios de desplazamiento forzado masivos se han documentado en la prensa mexicana; durante este periodo Guerrero encabeza la lista, seguido por Michoacán, Oaxaca, Sinaloa y Tamaulipas, revela la investigación “Desplazamiento interno por violencia”, elaborada por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y la estudiosa del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Laura Rubio Díaz.

Debido a los patrones de violencia -en específico, las actividades de los grupos delictivos y las operaciones militares a gran escala implementadas para combatirlos- que México observa desde el 2006 y, en particular, desde el 2008, al menos 12 estados han producido éxodos de personas.

De los 121 episodios de desplazamiento recogidos a través de reportes en medios (incluyendo los casos de desplazamiento por intolerancia religiosa en diversas entidades y el conflicto zapatista en Chiapas); Guerrero se encuentra al inicio de la lista, con 26 casos; seguido, en orden, por Oaxaca (18); Michoacán (19); Sinaloa (15); Tamaulipas (13); Chiapas (10); Nuevo León (7); Chihuahua (5); Durango y Baja California, con cuatro casos cada uno.

La investigación refiere que los esfuerzos de cuantificación son incipientes, pues la autocensura que impone el miedo resultado de los atentados en contra de los periodistas (como en Coahuila y Veracruz) ha obstaculizado el estudio cuantitativo.

En el 2010, la violencia entre los cárteles de droga y de éstos con las fuerzas de seguridad pública fue particularmente aguda en Tamaulipas, debido al enfrentamiento de Los Zetas y el Cártel del Golfo por el control de las rutas del narcotráfico. En noviembre de ese año, luego de que Los Zetas emitieran una amenaza en contra de los habitantes de Ciudad Mier, 400 personas salieron huyendo.

En Michoacán, en mayo del 2011, un enfrentamiento en Tierra Caliente entre La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios provocó la muerte de varias personas y el desplazamiento de un gran número de familias a comunidades aledañas.

Desde el 2013 en ese estado, al igual que en Guerrero, han ocurrido varios episodios de desplazamientos masivos como resultado de la proliferación de fuerzas de autodefensa y los enfrentamientos que tienen con bandas delictivas y fuerzas del Estado.

A decir de Brenda Pérez, coordinadora del Área de Desplazamiento Interno y Forzado de la CMDPDH, cuando las personas huyen de su lugar de residencia por motivos de violencia generalizada, se convierten en desplazados forzados, pierden todo y viven en condiciones terribles.

Este fenómeno, expone, afecta tanto a los estados expulsores, como a los receptores, que en muchas ocasiones no tienen la infraestructura social ni laboral para recibirlos. Esto convierte al fenómeno en un problema nacional que no ha logrado obtener la atención necesaria de los legisladores para crear marcos legales y políticas específicas que logren enfrentarlo.