Un mexicano capturado el año pasado en el condado de Santa Cruz, requerido en su país de origen por múltiples acusaciones de asesinato e intento de homicidio, fue entregado este miércoles a autoridades mexicanas en el área fronteriza de San Diego por oficiales de la Sección de Remoción y Aplicación de la Ley (ERO) de la Oficina de Investigación sobre Inmigración y Aduanas (ICE).
Heriberto Gómez Galicia, también conocido como Ramiro Gómez López, de 62 años, fue transferido a la custodia de representantes de la Procuraduría General de la República (PGR), detallaron autoridades en un comunicado.
Una orden judicial emitida por autoridades del estado de Oaxaca en julio de 1992 acusa a Gómez de siete asesinatos, dos intentos de homicidio, y de causar heridas a otras dos víctimas. Seis de las víctimas del ataque eran niños, incluyendo un niño de 8 años que murió. Uno de los heridos tenía apenas 3 años. De acuerdo con autoridades mexicanas, las víctimas de la masacre del 9 de octubre de 1991 eran miembros de una familia con la que Gómez y sus dos hermanos tenían rencillas. La orden judicial alega que Gómez, junto con sus dos hermanos, acosaron al padre de la familia mientras atendía a su ganado. Cuando el padre huyó, los sospechosos presuntamente buscaron a los otros miembros de la familia y perpetraron el ataque.
En el otoño de 2014, representantes de la Fuerza de Tarea para Fugitivos de la Región Pacífico Suroeste del Servicio de Alguaciles Federales (U.S. Marshals) recibieron información sobre el posible paradero de Gómez. La información indicaba que el fugitivo sospechoso de asesinato podría haber usado el nombre de su hermano difunto para registrar un vehículo en California.
Subsecuentemente, la fuerza de tarea obtuvo una copia de la orden de arresto de la PGR y una foto del sospechoso. El 16 de noviembre de 2014, Gómez fue localizado y detenido por oficiales de la ERO y el servicio de Alguaciles Federales en su residencia en Watsonville. En una declaración jurada ante oficiales de la ERO, Gómez admitió haber utilizado cuatro alias, lo que le permitió obtener ilegalmente autorización para trabajar y documentos de identificación, incluyendo una licencia de manejo de California, así como una tarjeta de seguro médico (Medi-Cal) del estado de California.
Después de su arresto, la oficina de ICE detuvo a Gómez por el riesgo de que escapara y por representar riesgo a la seguridad pública, mientras que su deportación seguía pendiente en la Oficina Ejecutiva para Revisión de la Inmigración del Departamento de Justicia (EOIR). El 16 de abril, un juez de inmigración con la EOIR ordenó la remoción de Gómez, allanando el camino para la repatriación de Gómez esta semana.
“Para las víctimas de este caso, la justicia tardó en llegar, pero pueden tener consuelo en el hecho de que el agresor ahora responderá a la justicia”, dijo Timothy Aitken, director de la oficina de campo de la ERO en San Francisco.
“El arresto de este fugitivo y su repatriación son el resultado directo de la cooperación continua entre las autoridades estadounidenses y sus contrapartes mexicanas. Los criminales violentos que cometan crímenes reprobables y que crean que pueden evadir la justicia huyendo hacia Estados Unidos están advertidos: no encontrarán refugio aquí”.
“La Fuerza de Tarea para Fugitivos de la Región Pacífico Suroeste del Servicio de Marshals rastrea y aprehende criminales violentos todos los días”, dijo Don O’Keefe, jefe de la dependencia en el distrito norte de California.
“Este caso demuestra la efectividad de la asociación entre nuestros socios locales, estatales y federales, al negarle refugio a un fugitivo violento y peligroso en las calles de nuestras ciudades. El Servicio de U.S. Marshals en el Norte de California continuará persiguiendo fugitivos estadounidenses en el extranjero, así como fugitivos en nuestros suelos provenientes de otros países, para que puedan ser procesados por sus crímenes y las víctimas puedan recibir la justicia que merecen”.
Desde octubre de 2009, la ERO ha deportado a más de 900 fugitivos que eran buscados en sus países de origen por crímenes serios, entre los que se incluyen secuestro, violación y asesinato. La ERO trabaja con la Sección de Asuntos Internacionales de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de la ICE, oficinas consulares extranjeras en Estados Unidos, y la Interpol, para identificar fugitivos extranjeros presentes en Estados Unidos ilegalmente.