La confianza del consumidor de México sufrió en abril su mayor caída en nueve meses, señalando un resurgimiento del pesimismo de la población con respecto a su situación económica y la del país en general.
El índice a tasa desestacionalizada cayó un 2.1 por ciento y se ubicó en 90.8 puntos en abril frente a los 92.8 puntos que registró en marzo, dijo el viernes el instituto nacional de estadística, INEGI.
Al interior del indicador, se observaron reducciones mensuales en los cinco componentes que lo constituyen.
El componente que mide la situación económica actual de las familias frente a la que tenían hace 12 meses cedió un 1.38 por ciento a tasa desestacionalizada, mientras que el de la situación económica que esperan dentro de un año respecto al presente disminuyó un 0.72 por ciento.
El indicador que mide la posibilidad actual de los miembros del hogar frente a la de hace un año para efectuar compras de bienes durables cayó un 3.25 por ciento.
En cuanto a los indicadores sobre la situación económica del país, aquél que mide la percepción actual frente a la de hace un año, mostró un retroceso del 2.65 por ciento, mientras que la medición sobre la expectativa para dentro de un año bajó un 0.8 por ciento.
En tanto, el índice no ajustado por estacionalidad se ubicó en 91.3 puntos durante el mes, anotando un incremento del 1.2 por ciento frente a los 90.3 puntos de abril del año pasado.
El Gobierno mexicano espera que la segunda economía de América Latina crezca este año entre un 3.2 y un 4.2 por ciento, aunque analistas privados tienen una expectativa más modesta del 2.88 por ciento, según la más reciente encuesta del banco central.