Las canciones y los tiempos de Juan García

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“¿Cuándo vas a salir? la lluvia está esperando.” Palabras que escuche por primera vez hace unos quince años cuando Juan García Álvarez puso a mi consideración una de las tantas canciones que componía en su chamba y en sus ratos de ocio.

Hace unos meses descubrí que esas mismas letras que me habían llevado a preguntarme cosas que el mismo autor se preguntaba cuando las compuso, estaban incluidas en Niña Luz, primer disco del proyecto solista de Juan titulado simplemente “García”

“Fueron casi tres años de trabajo, un proceso interno de búsqueda musical.” Apunta el músico en una visita cuasi-relámpago a su natal Oaxaca.

Metido en proyectos muy diferentes en España, musicalizando teatro, publicidad, fungiendo como productor de los Jenny and the Mexicats, Juan se decidió a hacer un disco muy personal, aunque el autor aclara que no se trata de un disco tranquilo. “Hay de todo un poco.”

“Niña luz es un disco que son mis miedos, mis demonios, mis asuntos por resolver, donde la música fue hacia un lado completamente distinto a lo que hago regularmente.”

García aclara que para él, los conciertos son catarsis, “es abrir el pecho y dejar salir todo lo que tengo.”

Sobre las once canciones de su primer disco, habla sobre Límites azules, esa rola que escuche hace quince años y cuya permanencia se antoja incombustible.

“Es un tema que siempre estuvo muy vigente en mi vida. Una canción que parece que le estoy cantando a otra persona pero que en realidad me la estoy cantando a mí.”

“Coquetea con ser un asunto romántico, pero la realidad es que habla de un persona que se está diciendo a sí mismo, no mames güey, ¿Cuándo te vas a atrever?”

Juan afirma que durante mucho tiempo fue un juez muy crítico con su propio trabajo. “Me era muy difícil sentirme satisfecho con las cosas que creaba.”

García compone temas desde los 17 años, tuvo una beca estatal FOESCA (hoy PECDA, o C14, o las que se acumulen) a finales de los noventa para crear canciones que nunca vieron un disco. Hasta ahora.

“Niña Luz es la culminación de todos estos años de estar haciendo música.”

García habla también de Días Buenos, otro de los temas que se empezó a gestar desde sus tiempos en Oaxaca.

“Hice una canción para un corto de Carlos Poblano, y luego use el coro para hacer algo completamente nuevo.”

Días buenos es sobre un cuate que lo van a dejar, que sabe que el final es inminente y que se resiste. “Le dice a la chava, aguanta, deja que te diga esto.”

“Es como son las relaciones de pareja, donde todo empieza a toda madre, todo el mundo es muy feliz y tarde que temprano todo se termina torciendo.”

La Cumbia del Millón es una cumbia oscura, “dark, sobre un ojete que está muy clavado con la lana.”

Que tiene la sangre muy fría y las manos vacías de tanto robar, que tiene todo y nada para dar.

“La avaricia nos tiene jodidos. La rola es sobre un tipo que está muy pinche poderoso y muy pinche solo y cuyos hijos ni siquiera saben quién realmente es.”

“Es una cumbia nada festiva. Me encanta el género, pero visto por mi propio filtro.”

La carretera es el tema que Juan compuso cuando venia del hospital del nacimiento de su hijo Tadeo, y asimiló todo lo que su familia había significado para el en sus recuerdos de la infancia.

“Me vi con un hijo en brazos y todas las posibilidades del futuro frente a mí. Y fue como un viaje en el tiempo, donde también me vi con mi familia en las vacaciones que hacíamos a la playa, viajando por la carretera que lleva a Pochutla y Puerto Escondido.”

Recuerdos de los viajes con su padre, de escuchar la música en los viajes, del pasado que se vuelve futuro en sus inesperadas promesas.

“Niña Luz y Semilla surgen cuando me case en Madrid con una chica mexicana, nos encontramos ahí en medio de nuestros viajes.”

“Se juntan dos canciones porque Niña Luz es una celebración de compartir la vida, del amor que llegué a sentir por la mujer con la que estoy, que culminó en nuestro hijo.”

Juan define a Tadeo como” lo más chingón que me ha pasado en la vida.”

“Este disco es un recorrido de mi crisis creativa, de porque no creo lo suficiente, de porque me avergüenzo tanto de lo que llego a crear, y el cómo todo esto conecto con mi paternidad.”

García se presenta en el Foro El Tejedor, hoy nueve de mayo de 2015 en la Ciudad de México, con una banda montada expreso para el concierto, y con la presencia del productor del disco, el guitarrista Juan Pablo Toch.

El músico e interprete vino a Oaxaca a confeccionar la música y el soundtrack de la cinta Moronga, dirigida por el documentalista escoces afincado en México, John Dickie.

El mencionado Toch , el chelista Rodrigo Díaz, y Steven Brown, músico responsable de la asociación de culto, Tuxedo Moon, son parte de este esfuerzo.

“Se grabó mucho material, horas y horas desde piezas compuestas hasta jams entre chelo , guitarra , órgano y sintetizador.”

“Tengo la encomienda de hacer todo el armado, el juntar las piezas y rearmarlas.”

Sobre su experiencia de trabajo con un virtuoso como Brown, al que conoce socialmente desde hace años, Juan considera.

“Fue un privilegio el poder meterme en su cerebro, el ver la forma como aborda la creación. Aunque nunca habíamos trabajado juntos, siempre hubo muy buena onda entre los dos.”

Juan cataloga a esta experiencia como una “reseteada” en su trajín profesional, y sobre Moronga asegura que ya vio un primer corte y que “es una locura a la cual hay que tenerle fe.”

Después, García habla de que regresara a su actual Madrid para seguir produciendo y presentando su disco. “Este año se ve intenso.”, apunta.

Como intenso se vio hace unos diez años su intento de ligarse a Ana de la Reguera, en un descanso de la filmación de Nacho libre, bailando una cumbia en la pista del Bar Central.

Pero esa, esa ya fue otra historia.