Desolación en las sedes del PP, tras derrota electoral

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Madrid. En la mayoría de las sedes del derechista Partido Popular (PP) en España había desolación y caras largas un día después de la histórica jornada electoral municipal y autonómica, en las que se puso fin al bipartidismo clásico heredado del régimen de la Constitución de 1978. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, convocó a la Comisión Ejecutiva del partido para analizar los resultados a lo largo de la tarde, en la que se prevé será una reunión tensa.

El PP, a pesar de continuar siendo el partido más votado -con casi seis millones de votos- se erigió en el gran derrotado de los comicios de ayer, al perder prácticamente todas las mayorías absolutas de las grandes capitales en las que gobernaba y al estar prácticamente fuera del gobierno de comunidades autónomas como Valencia, Castilla La Mancha, Murcia, Aragón y Cantabria.

El nuevo mapa político español obliga a todas las formaciones, tanto las tradicionales -PP y Partido Socialista Obrero Español (PSOE)- como a las emergentes Podemos y Ciudadanos a tejer alianzas o suscribir pactos de gobierno para poder acceder al bastón de mando de decenas de ayuntamientos y gobiernos autonómicos. Pero la negociación será complicada y a penas se dieron los primeros pasos, con declaraciones genéricas de intenciones.

La principal cara de la derrota es la sede central del PP en Madrid, donde Rajoy citó a los principales líderes del país para debatir la estrategia a futuro de una formación desgastada por la proliferación de casos de corrupción y por las medidas de austeridad y recortes que han llevado a la sociedad española a vivir una de las etapas más dramáticas en cuanto a desempleo, desigualdad y pobreza desde la reinstauración de la democracia.

Rajoy, quien desde ayer ha mantenido un hermético silencio, mantiene a través de sus voceros un discurso triunfalista, al insistir en que “el PP ha ganado las elecciones” tanto en número de votos como en número de concejales. Y para insistir en que el llamado “bipartidismo” no está muerto, al exponer en cifras la supuesta vigencia del modelo: seis de cada diez votantes españoles siguieron votando por el PP o el PSOE, lo que se tradujo en más de 11 millones de votantes en total. Que si bien supone una bajada de algo más de tres millones con respecto a las elecciones del 2011, también refleja -según los voceros conservadores- que la mayoría de los votantes siguen confiando mayoritariamente por los partidos tradicionales.

Al margen de la reunión que mantenga esta tarde Rajoy con sus dirigentes, en las otras formaciones ganadoras de los comicios -sobre todo en Ciudadanos y Podemos- afinan la estrategia para las numerosas variables que se abren ante los pactos de gobierno. Sólo en 50 capitales de provincia de todo el país se podría formar una alianza de izquierdas, en las que podrían intervenir PSOE, Izquierda Unida (IU, donde todavía tiene representación), la valenciana Compromis, la catalana Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y, obviamente, las emergentes Podemos y Ciudadanos.

Entre las ciudadanos más importantes que están pendientes de pactos destacan Madrid, Barcelona y Valencia. En la capital de España se prevé que la candidata de la plataforma de izquierdas Ahora Madrid, Manuela Carmena, inicie una negociación con el PSOE para alcanzar la mayoría que necesita para formar gobierno, ya que su resultado (de 20 escaños) no es suficiente para formar gobierno en solitario. De hecho, Carmena perdió en votos y en escaños frente a la candidata del PP, Esperanza Aguirre, pero ésta no tiene posibilidad de llegar a un acuerdo con el resto de fuerzas por su profundo desprestigio por la corrupción, el desfalco y el abuso de poder.

En Barcelona ganó la activista antidesahucios Ada Colau, quien obtuvo 11 escaños, lo que la obligará también a llegar a un pacto de gobierno que, en este caso, deberá ser con al menos tres formaciones más: ERC, PSC y CUP. Mientras que el PSOE podría recuperar el gobierno de importantes ciudades como Valladolid, Toledo, Tarragona, Sevilla, Segovia, Lugo, Lleida, Huesca, Huelva, Palma de Mallorca, Córdoba, Ciudad Real y Alicante.

 

La situación es hasta tal punto inédita que hoy mismo Pedro Sánchez, líder del PSOE, anunció que abriría una ronda de contactos con los dirigentes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para conocer la disponibilidad de negociar. Ya que tanto unos como otros se necesitan para formar gobierno. Y en la mayoría de los casos pondrán como condiciones ineludibles la lucha contra la corrupción, la adopción de medidas sociales que palien el dolor de las clases medias por la crisis y desarrollar políticas sociales.