Dentro de la oferta educativa que promueve el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), existen escuelas del nivel básico que manejan el Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa. Estos planteles tienen como objetivo mejorar la calidad de aprendizaje de las y los niños en un marco de diversidad y equidad, generando las condiciones necesarias para provocar ambientes cada vez más incluyentes.
Una escuela que aplica este programa, es el Jardín de Niños “Juan Díaz de Alarcón”, ubicado en la Colonia Volcanes, al norte de la capital oaxaqueña. En este plantel, directivos y personal docente atiende desde hace 13 años a alumnos y alumnas con discapacidad.
La directora del plantel, Elena Díaz García explicó que en cada ciclo escolar se desarrolla un proyecto y se crean estrategias diferentes con base en las necesidades de la población escolar. De esta manera, adecuan los planes y programas de estudio dependiendo de la necesidad de cada niño y niña.
Destacó que el objetivo principal de la escuela incluyente es la atención a los alumnos con discapacidad y sus necesidades educativas especiales; además de brindar apoyo a las y los estudiantes diversos en sí mismos por simplemente formar parte de otro grupo cultural, étnico, religioso o económico.
En este sentido, Díaz García mencionó que el Jardín de Niños “Juan Díaz de Alarcón” actualmente atiende a tres alumnos con discapacidad múltiple; además de un caso de aptitud sobresaliente y dos niños con discapacidad psicosocial.
Detalló que en cada caso se elabora un expediente y se traza la estrategia con base en la necesidad del niño o la niña, a quien se le brinda la atención necesaria, así como los conocimientos y herramientas para que alcance el éxito en la vida académica, laboral o social.
Para lograr estos objetivos, Díaz García subrayó que el personal se profesionaliza mediante cursos y talleres con el único compromiso de generar las condiciones idóneas para lograr el aprendizaje en los alumnos a partir de los criterios base de una escuela incluyente, superando el concepto de una práctica docente únicamente interesada en consolidar contenidos o por cumplir con la misma currícula que los planes y programas marcan durante determinada asignatura de un ciclo escolar.
Hizo hincapié, que a pesar de la falta de personal en educación especial, de las carencias en infraestructura y en material didáctico, esta escuela atiende a 130 alumnos en un horario de las 8:00 a 13:30 horas, beneficiando principalmente a los hijos e hijas de padres y madres de familia de bajos recursos económicos.
Finalmente mencionó que los maestros, padres y madres de familia, así como los escolares aprenden en este plantel el sistema braille y la lengua de señas. De esta manera, ya no se distinguen los niños con discapacidad, “se rompen las barreras y todos se integran. Los niños con discapacidad aquí son apreciados pero no sobreprotegidos”, finalizó.