No cesa ola migratoria y se desplaza al sur de México: WOLA

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La oleada migratoria que generó una crisis humanitaria el año pasado en la frontera sur de Estados Unidos no ha cesado, pero se ha trasladado al sur de México, afirma un estudio divulgado este jueves por el grupo Washington Office on Latin America (WOLA).

De acuerdo con los expertos de ese centro de análisis, en los siete primeros meses del año fiscal 2015 (octubre 2014 a abril 2015), México ya arrestó más ciudadanos centroamericanos que el propio Estados Unidos, dejando en evidencia que el país actúa como barrera de contención a la oleada migratoria.

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM) de México y de la estadunidense Protección de Fronteras (CBP), en ese período Estados Unidos detuvo a 70 mil 440 centroamericanos cuando trataban de ingresar al país, pero México arrestó 92 mil 889 personas en la misma situación.

De acuerdo con Wola, entre octubre de 2013 y abril de 2014 Estados Unidos había detenido a 162 mil 751 personas al tratar de ingresar clandestinamente al país, aunque México hizo lo mismo con apenas 49 mil 893 migrantes.

“Estos números son chocantes”, expresó Adam Isacson, uno de los expertos de Wola. “Muestran que la oleada migratoria realmente no ha terminado. Un número enorme de centroamericanos aún busca emigrar, pero ahora son capturados en México y no en Estados Unidos”, apuntó.

Para Isacson, “esto significa que hoy es tan urgente como era el año pasado atender al cuadro de violencia y pobreza que empuja a los centroamericanos a emigrar”.

En la visión de Maureen Meyer, otra experta de Wola, Estados Unidos le ha pedido “a México que deporte inmigrantes a nombre nuestro, y claramente México lo está haciendo”.

Sin embargo, agregó, “decenas de miles de niños y familias en situación vulnerable son enviados de retorno a una situación peligrosa sin tener la oportunidad de buscar protección o condición de refugio”.

Meyer dijo no tener dudas que “Estados Unidos ha desplazado el problema a México, y éste adoptó el rol de deportador”.

En mayo del año pasado, la frontera sur de Estados Unidos se transformó en el escenario de una verdadera crisis humanitaria con la llegada en masa de decenas de miles de inmigrantes indocumentados, incluyendo miles y miles de niños sin compañía de adultos.

El gobierno estadunidense, tomado por sorpresa, acordó con tres países centroamericanos (Honduras, El Salvador y Guatemala) un ambicioso plan de desarrollo que dispondrá de aproximadamente mil 000 millones de dólares en los próximos cinco años.

Diversos estudios señalan como factores de la oleada migratoria la agudización de la violencia urbana generalizada y la carencia de empleos estables.