CNTE abre otra terminal pirata; ahora ofrece viajes en Tlalpan

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La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) opera una terminal ilegal de autobuses en Calzada de Tlalpan, a la altura de la estación General Anaya del Metro, la cual ofrece viajes a la capital oaxaqueña.

Se trata de una réplica del mismo modelo que lleva a cabo la disidencia magisterial en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, donde mantienen un plantón permanente.

La “terminal” de General Anaya tiene al menos dos meses de existencia. Para adquirir un boleto, se debe contactar con los integrantes de la CNTE, quienes arriban al lugar poco después de las 17:00 horas y anotan los nombres de los interesados en una lista.

Las agrupaciones de la CNTE que se dedican a la venta de boletos con destino a Oaxaca ofrecen los boletos de autobús hasta 50% más baratos que las centrales camioneras, donde los precios oscilan entre 500 y 850 pesos, dependiendo de la empresa que ofrezca el servicio.

CNTE opera otra terminal en Tlalpan

Líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ofrecen a sindicalizados y personas en general viajes redondos con destino a la capital de Oaxaca y suben a los pasajeros en calzada de Tlalpan, a la altura de la estación General Anaya del Metro capitalino.

La CNTE incursiona cada vez más en el servicio de transporte de pasajeros.

Así como lo mantienen en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, los trabajadores de la CNTE también convirtieron Calzada de Tlalpan, a la altura del Metro General Anaya de la Línea 2, en una terminal ilegal de autobuses.

Pasadas las siete de la noche, al menos tres camiones llegan provenientes de Oaxaca, esperan a que las personas que adquirieron sus boletos –cuyo costo no rebasa 500 pesos– guarden su equipaje, el cual debe ser ligero, para que aborden con rumbo hacia la capital del estado de Oaxaca.

Esa “central camionera” tiene al menos dos meses de existencia y para poder adquirir el boleto, se debe contactar con los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes arriban al lugar poco después de las 17:00 horas y anotan los nombres en una lista.

Excélsior documentó en abril pasado que al menos cuatro agrupaciones de sindicalistas, pertenecientes a la CNTE se pelean el transporte hacia la capital oaxaqueña, servicio que ya no es exclusivo para los profesores disidentes, sino que ahora también es abierto a todo público.

Incluso estudiantes o turistas que frecuentan la zona de Coyoacán se acercan a los profesores para conocer el costo del viaje redondo a Oaxaca, el cual resulta mucho más económico que si se adquiere en empresas dedicadas al servicio de transporte de pasajeros y que se localizan en cualquiera de las cuatro centrales de autobuses del Distrito Federal.

Los grupos de profesores llegan a ofrecer los boletos entre 300 y 500 pesos el viaje redondo a la capital de Oaxaca, aunque si se es profesor afín a su agrupación aplican un “descuento especial”.

Las agrupaciones de la CNTE que se dedican a la venta de boletos con destino a Oaxaca ofrecen los boletos de autobús hasta 50% más baratos que las centrales camioneras, donde los precios varían entre 500 y 850 pesos, dependiendo la empresa que ofrezca el servicio.

En este caso, a diferencia de las taquillas instaladas en mesas en la Plaza de la República por los sindicalistas para la venta de boletos de autobús, en Tlalpan hay que hacer una fila y registrarse en un listado antes de pagar el viaje, así como llevar poco equipaje “para evitar levantar sospechas”.

Las acciones de los integrantes del magisterio que venden los boletos a unos cuantos metros de la estación General Anaya del Sistema de Transporte Colectivo Metro y que usan calzada de Tlalpan como terminal camionera están violando los artículos ocho y 53 de la Ley de Caminos Puentes y Autotransporte Federal, al carecer de un permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para manejar una central de autobuses.

Los maestros que manejan los viajes a Oaxaca en plena vía pública también infringen los artículos 10-A y 42-B del Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares, la cual establece los requisitos para poder manejar las terminales de autobuses.

Durante la estancia de una gran cantidad de miembros disidentes de la CNTE en la Ciudad de México para protestar en contra de la evaluación al magisterio, el número de autobuses y de pasajeros que se trasladó a Oaxaca o llegaban a la capital del país se incrementó, principalmente de viernes a domingo aunque la improvisada “terminal camionera” que tuvo mayor afluencia fue la que se mantiene en alrededores del Monumento a la Revolución.