Ya sea una diputada que propone penalizar los memes en las redes sociales, o una ley federal en España que califica de terrorismo cualquier comentario contra la Monarquía Española en internet, hoy más que nunca queda claro que con este tipo de reacciones los poderes facticos demuestran que no son democráticos, y que el uso de internet y las redes sociales por sus gobernados en verdad los está desnudando en sus prácticas despóticas del uso del poder.
“Sea la Corona Española, o la CIA en Estados Unidos, o la PGR en México , todas se están mostrando como partes medulares de regímenes autoritarios que le tienen mucho miedo al embate democrático que había estado teniendo internet”.
Comenta en entrevista Carlos Brito, miembro de la Red de Derechos digitales y director de Incidencia, organización que surge de manera casi contingente a la Ley Federal de Telecomunicaciones que se discutió y se acabó aprobando en el Congreso Federal a inicios del año pasado.
¿Que había estado teniendo?, se le pregunta al especialista en defensa cibernética sobre su anterior comentario, a lo que Brito responde que el actual espectro de libertad ciudadana en la red “cada vez es menos y está más mermado”.
“¿Qué democracia puede ser una democracia si todos sus ciudadanos están siendo escudriñados como potenciales criminales?”.
Se cuestiona Carlos y habla de que una de las pocas cosas que hizo bien el Tribunal Europeo de Justicia fue el declarar violatorio de derechos humanos la retención de datos.
“Dijeron que hay una diferencia sustancial entre creerse espiado y saberse espiado”.
“El saberse espiado hace que cada vez más gente diga mejor no envió esta foto por acá, mejor no hago este comentario en el chat, mejor no digo esto, mejor no tomó esta ruta, mejor no me llevó el teléfono a tal entrevista”.
“Cada vez que una persona decide dejar de hacer algo que es legítimo hacer, si las sumas en completo lo que tienes es una sociedad democrática corroída por el miedo de la sanción, y eso no es una democracia”.
Carlos apunta que la actual ley Telecom tiene por intereses los de las instituciones de estrategia de seguridad y defensa del país, entiéndase secretarias de Defensa y Marina.
Afirma que a estas les interesa colaborar con la NCI, organismo encargado de detentar las estrategias de seguridad de Estados Unidos, en tanto que con esto generan demenciales volúmenes de datos sobre las personas, “donde más allá de generarles seguridad o impartir justicia, solo buscan generarles herramientas de control”.
“Saben cómo funcionan las tecnologías y saben que deben de impulsar a nivel legislativo para ir en detrimento de nuestros derechos “.
Brito asegura que con tener el celular prendido, o con una conexión a internet, o acceso a redes sociales, se está sujeto ya a que todo lo que hagas como individuo sea completamente registrado, en lo que se conoce como “retención de datos”.
“Está previsto en el artículo 189 y 190 de la ley Telecom, vigente a nivel federal desde agosto del 2014”.
Afirma que existe un registro de los datos de los datos, las llamadas, es decir los llamados metadatos.
“El juego es que nos quieren hacer creer que la llamada es mucho más importante, pero al conectarte a una torre dejas rastros y huellas. Tú solo por traer el celular prendido estas diciéndole algo a una torre y esa torre lo tiene que registrar por ley”.
Carlos comenta que todos los datos de cada uno dicen mucho más de ti que la llamada misma.
“Todos somos tomados por el Estado mexicano como potenciales criminales y para eso está creando un registro de nosotros”.
Brito afirma que existen muchas formas de violar la neutralidad de la red, una de ellas es la de volver a internet como un servicio que se venda por paquetes o niveles.
“En Estados Unidos la discusión este año es si internet va a tener dos niveles o no, la vía rápida, la vía lenta, hacer un segundo piso”.
“Puede ser que si tú quieras usar Twitter, Televisa te lo ponga hasta el último paquete, y tengas que pagar más de mil pesos como lo haces para tener HBO en la televisión por clave”.
Brito acota que de legalizarse esta medida al que quiera hacer la revolución por facebook o twitter, va a tener que contratar el paquete Premium y olvidarse del básico.
“Esta política fue propuesta por la ley de Enrique Peña Nieto, pero hasta ahora no se ha aprobado”.
Pero que sin embargo esta agenda se seguirá seguramente impulsando por el gobierno federal hasta no convertir a internet en una especie de televisión por cable. Con las empresas de internet decidiendo cuáles son sus paquetes, bajo que términos los venden, y que contenidos circulan en sus redes y cuáles no.
“Imagínate un servicio de internet de Telmex que solamente tengan en su paquete básico contenidos de Telmex, los que ellos decidan que son los prioritarios, productos de cobros”.
Menciona que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), aun como supuesto organismo autónomo, puede interpretar la nueva ley solo para violarla.
“Decir la ley dijo esto pero yo hago un hueco que la vulnera y le da la vuelta. Donde en lugar de ir en un sentido va en otro”.
Brito asegura que los poderosos concesionarios de internet registran todo el tiempo los incentivos para hacer de internet algo que no es internet.
“Tocándoles la puerta todo el tiempo con maletines de dinero y con cualquier cantidad de presiones. Ante esto solo queda una resistencia social”.
Sobre si la militancia en internet ha encapsulado la acción social a delimitar todo descontento ciudadano a una posteada o un me gusta, el entrevistado llama a no caer en un juego de absolutos.
“Si decimos que absolutamente la acción política se tiene que hacer en internet o en las calles, o en el campo, estamos equivocados. La realidad es compleja, amplia y no se puede encausar en visiones obtusas “.
La asociación que Carlos preside lanzó el mes pasado, el informe Quien defiende tus datos, donde fueron evaluadas las empresas de telefonía, con el propósito de saber que están haciendo realmente ante las solicitudes de autoridades para acceder a los datos de todos.
“Salió mal, la máxima puntuación eran seis estrellas, quien más obtuvo fueron dos estrellas, los que menos, solo media estrella”.
Comenta Brito y cita a Nextel y Movistar como empresas con niveles nimios de transparencia
El joven especialista comenta que para las empresas de internet es muy costosa la labor de vigilancia.
“El que venga el gobierno y que los obligue a vigilar a sus ciudadanos no les conviene como negocio, es carísimo”.
“Es un costo extra que les pone el gobierno, al decirles, tú me vas a vigilar a todos y cuando a mí me convenga, me das los datos”.
Brito apunta que el control de internet es para el gobierno el dominio de nuevas herramientas de control, y que para las empresas telefónicas, este control se traduce sobre todo a darnos el peor servicio posible al mayor costo imaginado.
Respecto a quien ganara esta batalla por el control de internet, si los poderes facticos, o los intereses y garantías ciudadanas, Carlos Brito se muestra conciso.
“Quien no se canse, o se cansan ellos o nos cansamos nosotros”.